Lesiones del cartílago de crecimiento

Estas fracturas pueden tener diferentes grados según su gravedad. La clasificación más usada es la clasificación de Salter-Harris. 

• Tipo I: La lesión pasa a lo largo del cartílago de crecimiento pero sin dañarlo.
• Tipo II: La lesión pasa a través de la fisis (zona de crecimiento) y la metáfisis (parte del cuerpo del hueso)
• Tipo III: La lesión pasa por la fisis hacia la epífisis (extremo del hueso)
• Tipo IV: La lesión pasa por el cuerpo del hueso, la zona de crecimiento y el extremo del hueso. 
• Tipo V: Lesiones por compresión del cartílago de crecimiento que suelen lesionar-lo y son raras. 

Para hacer el diagnóstico el ortopeda pediátrico se basará en la exploración clínica y en las pruebas de imagen. La radiografía será la prueba que nos de mas información: La resonancia magnética, el TAC y la ecografía no suelen ser necesarias.

El tratamiento dependerá del tipo de fractura:

• Tipo I: El tratamiento suele ser ortopédico con inmovilización si no hay desplazamiento. Si la fractura está desplazada será necesaria reducirla con algún tipo de anestesia o sedación. 
• Tipo II: Es el tipo más frecuente, suele tratarse con reducción y yeso. 
• Tipo III: Suele darse en niños más grandes donde el centro del cartílago de crecimiento ya se ha cerrado y la fractura sale por la zona de la articulación. Suelen requerir un tratamiento quirúrgico con fijación con agujas o tornillos para asegurar una correcta congruencia articular. 
• Tipo IV: Suelen tratarse con cirugía y fijación interna: deberemos hacer un seguimiento de este tipo de fracturas para vigilar las posibles alteraciones del crecimiento. 
• Tipo V: Casi siempre tendrán una alteración del crecimiento posterior que puede requerir una cirugía para su corrección.

Las fracturas III, IV y V pueden requerir seguimiento hasta que el niño alcance la madurez esquelética. 

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